Cuentan con un potente arsenal compuesto exclusivamente por ataques de energía de largo alcance, permitiéndoles derrotar a sus rivales desde la lejanía con gran eficacia. Su punto débil reside en su escasa resistencia física y su baja capacidad de combate directo. No obstante, el colosal poder destructivo de sus habilidades energéticas se convierte en una ventaja decisiva que subsana sus flaquezas.

	Tortuga Ermitaña: Estos seres empuñan un baculo como arma y disponen de una gran variedad de ofensivas de largo alcance. Su potencial destructivo es tal que pueden diezmar hordas de enemigos con un único y devastador movimiento. En formaciones de grupo, esta capacidad de barrer el campo de batalla se erige como un factor decisivo para la victoria.
	Grulla Ermitaña: Estos guerreros emplean un abanico como arma principal y dominan una amplia gama de artes arcanas capaces de infligir daño prolongado. Sus ofensivas se ejecutan a distancia y se especializan en provocar hemorragias persistentes y aplicar movimientos inmovilizantes. Complementan su repertorio con una técnica de sanación, lo que unido a su considerable reserva de salud y energía los convierte en combatientes versátiles y resistentes. Además, su capacidad defensiva es inigualable, superando a la de cualquier otro guerrero humano.